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Una correa para cada paseo

Publicado06/02/2023

Este mes retomamos uno de los propósitos más importantes que nos hemos puesto este año, que es conseguir paseos diarios de calidad con nuestro peludo. Y como no queremos que lo vayas dejando en el olvido, hoy vamos a echarte una mano centrándonos en el accesorio de los paseos por excelencia: la correa.

Aunque la verdad es que lo ideal sería poder pasear junto a tu amigo sin ella, la realidad es que en la gran mayoría de espacios (públicos e incluso privados) es obligatorio que los perros vayan sujetos para que puedan ser “guiados” por sus humanos. Así lo recogen las normativas municipales que limitan ciertos espacios y horarios en los que pueden ir sueltos, normalmente en parques y horas no concurridas.

Por eso, la correa cobra aún más relevancia. Es un accesorio imprescindible en el día a día de tu perro y es muy importante escoger una adecuada para ti, para él y para el tipo de paseo que vayáis a dar:

Tipos de paseo

Cada perro es diferente y necesita cuidados y rutinas distintas. Pero es cierto que existen paseos “tipo” que repetimos habitualmente y de forma inconsciente y que se deben principalmente a nuestro ajetreado ritmo de vida.

El paseo de “un pis rápido y para casa”

Todos sucumbimos a este cada día. Es el básico y está centrado en sus necesidades fisológicas, que son evidentemente el pis y la caca. Siempre nos viene esa frase a la mente cuando tenemos prisa para irnos al trabajo, hemos quedado y llegamos tarde o hace tanto frío que se nos están congelando las ideas. También cuando lleva todo el día lloviendo y es imposible aplazar más la salida. No te juzgamos, es más, te entendemos perfectamente.

Lo más importante es que este tipo de paseo no se convierta en la rutina y rara sea la vez que bajas a la calle con tu perro y no vuelves a los 5 minutos. 

El paseo de “no tenemos prisa”

Este necesitas hacerlo al menos una vez al día. Se trata de un paseo centrado en el disfrute y estimulación de tu perro. Ya lo hemos repetido tantas veces que esperamos no aburrirte al contártelo una vez más. Deja que él sea el protagonista, que vaya explorando su entorno. No le des tirones y, si puedes, deja el móvil y otras distracciones de lado. Te darás cuenta de lo beneficioso que es también para ti desconectar ese ratito diario y reforzar el vínculo con tu perro.

Esto, sin duda, es lo más importante de un paseo, no solo el tiempo. Aunque sí es importante tener una estimación del tiempo mínimo que es bueno que salga de paseo. Principalmente para evitar un exceso de energía y problemas de comportamiento en casa. Entre 30 minutos y 2 horas diarias de paseo, dependiendo del tamaño y el tipo de raza, es el tiempo ideal.

Por eso, si eres amante de las tardes en el sofá y te cuesta horrores despegarte de él, quizá debas tenerlo en cuenta al añadir a la familia un nuevo miembro perruno. Y si lo haces, pensar también en las implicaciones y cambios que supondrán en tu vida (sin duda, todos ellos recompensados)

Por ejemplo, los perros grandes como Golden retriever, Pastores Alemanes, Huskys, Perros de Agua… etc., necesitan más tiempo. De una hora a dos. Sin embargo, para los perros pequeños como el Bichón Maltés, el Teckel, o el Shih Tzu entre otros, servirá con una media hora o cuarenta minutos al día.

Por supuesto, también tienes que tener en cuenta la edad y la condición física de tu peludo. No es lo mismo sacar a un cachorrito o un anciano (que necesitan paseos más cortos y frecuentes) que a un perro adulto que se encuentra en su esplendor físico. Tampoco, pasear a un perro sano que a otro que ya sufra alguna dolencia. Como con cualquier situación de la vida, será él mismo el que te indique si se encuentra o no a gusto con la situación y si quiere volverse ya para casa.

El paseo de “dejar que disfrute”

Este ya es el TOP de las salidas. Normalmente lo relegamos al fin de semana o al día libre, porque es aquí donde tienes más tiempo para moverte y disfrutar de tu peludo.

Aprovecha para visitar lugares nuevos, y si hace buen tiempo, también más alejados. Así proporcionarás nuevos estímulos a tu peludo que le mantendrán activo y agotarán sus reservas de energía (de una forma sana). Será ideal (también para ti) si tienes la suerte de que estos nuevos espacios sean abiertos y en contacto con la naturaleza.

También son los momentos perfectos para quedar con otros amiguitos de cuatro patas que le permitan socializar y relacionarse con otros perros.

Una correa para cada paseo

Vistas todas las situaciones posibles, vamos a centrarnos ahora en la correa. Como tampoco queremos volvernos locos porque es evidente que existen numerosas correas en el mercado, nosotros vamos a clasificarlas por longitud y por material.

Correas por su longitud

Aquí tenemos tres opciones que se adaptan perfectamente a cada tipo de paseo.

Cortas

Son perfectas para el primer paseo que te mencionábamos. Algo práctico y sencillo que te permita bajar a tu perro de casa a la calle para su pipí de la mañana o de la noche. Básicamente la correa de toda la vida, con una longitud aproximada entre 1 - 1,20 metros. Suelen ser muy cómodas de llevar.

También son perfectas si tienes intención de moverte por zonas muy concurridas, una correa corta te permitirá controlar la dirección hacia la que se mueve tu perro y tenerlo a tu lado en todo momento. Además de evitar enredos innecesarios entre tus piernas y las del resto de viandantes, también son muy útiles si estás en una ciudad con tráfico habitual.

Eso sí, si tu perro es muy inquieto, te aconsejamos que intentes evitarlas. Más adelante te contamos por qué.

Multiposición

Ya te hemos hablado de estas correas varias veces, la última vez entre las últimas tendencias del mundo canino. Y es que, aunque sois varios los que todavía nos preguntáis por ellas cuando nos visitáis en las tiendas, la verdad es que cada vez más papás perrunos las conocen.

Son el punto medio perfecto entre una correa corta y una correa extra larga (o de rastreo) que te enseñaremos luego, con una longitud alrededor de los 2 metros.

Además, esa no es su única virtud. Lo mejor de estas correas, en nuestra opinión, es que te permite tener tres modelos en uno.

  • Correa clásica con una longitud algo más larga de lo habitual
  • Manos libres atada a la cintura
  • Manos libres como bandolera

¿Cómo? Gracias a las distintas anillas repartidas a lo largo de la correa y a los dos extremos terminados en un mosquetón. Puedes engancharlo según prefieras. Incluso algunos modelos, llevan ajustador para que lo acomodes perfectamente a tus medidas y la correa se convierta en una extensión de ti.

Con las posiciones en manos libres será como si llevaras un tercer brazo. Lo agradecerás si tienes que cargar con otras bolsas, maletas o simplemente quieres ir con las manitas resguardadas en los bolsillos del abrigo.

La correa multiposición también le da mayor libertad de movimiento a tu perro, dejándole olisquear (que es uno de los objetivos del paseo) sin tirar de ti. Además, al poder llevarlo pegado a tu cuerpo puedes reconducirle si se acerca a alguna zona peligrosa o quieres retomar la marcha después de un ratito parado.

En definitiva, tener una correa multiposición es el must de los accesorios caninos. El equivalente a hacerte con una buena gabardina.

Correas de rastreo

Son la correa que necesitabas y no sabías. De verdad, si vas mucho a pasear a zonas naturales o al parque esta puede ser tu mayor aliada.

¿Por qué? Pues porque no puedes o no quieres dejar a tu perro suelto, pero quieres que disfrute de toda la libertad que sea posible. Que se mueva de un lado a otro, huela aquí y allá, socialice con otros compañeros caninos y en definitiva, disfrute de su paseo, que es su momento más especial del día.

Son más largas de lo habitual, y puedes encontrarlas desde 3 hasta 10 metros. Eso sí, tienes que saber cómo usarlas para no acabar hecho un tremendo lío. Lo suyo es ir enrollando y desenrollando de forma amplia alrededor de tu mano o brazo, como si lo hicieras con una cuerda, e ir soltando a medida que tu perro lo necesite.

Lógicamente, estas correas necesitan de un esfuerzo extra por tu parte, tanto de recolocarla para que no moleste, como de estar pendiente de hacia dónde va tu perro y cómo se está relacionando con su entorno.

Eso sí, no es una correa para espacios cerrados, donde hay más posibilidad de situaciones imprevistas. Tampoco si tu perro es muy nervioso o lecuesta socializar. 

Correas por su material

Si para la longitud hay una correa para cada situación, lo mismo ocurre con el material del que estén hecho. Igual que tienes un zapato para cada ocasión (deportivas para hacer ejercicio, zapatos para el trabajo, zapatillas para un look más relajado…) no es tan raro que tu perro tenga un par de correas dependiendo del momento.

Por eso, hacemos un repaso de los materiales más habituales de las que están hechas:

Correas de Nylon

Las más habituales y, de algún modo, las “todoterreno”. Fáciles de limpiar y resistentes frente a enganchones o rozaduras, son un acierto seguro. Te sirven tanto para el día a día como para paseos más centrados en zonas verdes.

Algunos modelos son lisos, otros tienen el nylon estampado y otros (como los de Brott o B de Bruno) llevan cosida una tela de algodón que refuerza y decora al mismo tiempo. Las correas de nylon pueden ser redondas o planas, un poquito más gruesas o finas, y moldeables o un poquito más rígidas. Es increíble la de opciones que tienes en el mercado, así que consideramos casi imposible que no encuentres una que se adapte a ti.

Correas de Piel

Si buscas algo más especial, no podemos dejar de recomendarte cualquiera de las correas de piel de nuestro catálogo.

No te vamos a mentir, son más delicadas que las correas de nylon, pero sin duda darán un toque de distinción a tu perro. Además, te sorprenderá lo duraderas y cómodas que son para él y para ti. Muchos modelos están hechos con pieles extremadamente suaves, blanditas y moldeables que se ajustarán perfectamente a tu peludo y que resultarán muy agradables de llevar a los dos.

Tenemos claro que quizá no es una correa para llevar a la playa o de paseo por la naturaleza, pero sí es perfecta para el uso diario y también para ocasiones más elegantes.

Por último, queremos que además de la longitud y el material, siempre tengas en cuenta otros factores específicos de tu perro que serán condicionantes:

Edad

Lógicamente, no es lo mismo escoger correa para un cachorro que para un adulto. Los cachorritos son bebés que aún no saben lo que tú consideras que está bien y mal. Por eso, son más alocados y traviesos y es más que probable que mordisqueen alguna vez su correa. Además, todo a su alrededor es completamente nuevo. Sus primeros paseos le darán un mundo entero por descubrir, por lo que conviene tenerlos controlados para enseñarles poco a poco y con una correa que no nos de tanta pena si se estropea en el proceso de aprendizaje. ¡Todos sabemos lo que pasa!

Tamaño

Tienes que tener en cuenta, por supuesto, que la longitud no será igual para perros medianos o grandes que para perros mini o toy. Una correa de 1 m si tu perro te queda a la altura de la rodilla puede ser perfecta, pero si a duras penas levanta 20 cm del suelo… lo más probable es que se te quede corta y vaya tan pegado a ti que no tenga margen de movimiento.

Carácter

Lo decimos siempre. Un perro nervioso generalmente necesitará más tiempo para acostumbrarse al paseo. Demasiados olores, sonidos e interacciones sociales con lo van para sobreestimularlo. Por eso, una correa larga que le permita explorar con menos restricción, ayudará a calmar esa ansiedad inicial.

 

 

Esperamos que este pequeño repaso del que nosotros consideramos, el accesorio más importante para tu perro, haya sido útil. Seguramente ya conozcas muchos de los factores y tipos a tener en cuenta a la hora de elegirlo, pero nos encantaría saber si alguno de ellos te ha sorprendido o estaba fuera de tu radar.

Además, cuéntanos si tú también tienes más de una correa dependiendo de la ocasión o eres fiel seguidora de tu correa habitual.

 

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