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Obesidad en perros: causas y consejos para combatirla

Publicado04/05/2022

Cada vez vemos más en nuestras tiendas a perros con sobrepeso y esto nos preocupa. Cuando los perros están rellenitos y tiene tripota puede parecer que están más graciosos. Son pequeños muñecos achuchables. Sin embargo, esa apariencia puede acarrear problemas serios de salud y por eso nos hemos animado a escribir este post en nuestro blog.

¿Te has dado cuenta de que esos perros suelen jadear mucho o andan más lento? Son los primeros síntomas de que no están en plena forma. Sus pulmones y sus articulaciones empiezan a sufrir y eso ya no es tan gracioso, ¿verdad? Hoy te vamos a contar un poco más sobre la obesidad canina, los problemas de salud que acarrea y, lo más importante, algunas soluciones y consejos para evitarla.

Son solo unos gramos

Es evidente que los casos de obesidad en perros han aumentado en los últimos años de tal forma que se ha convertido en el desorden más común. De hecho, es más fácil ver a un perro con sobrepeso que a un perro delgado. Nos hemos acostumbrado a que esa sea su condición habitual.

Una de las causas de esta normalización es que se produce poco a poco. Tu perro no engorda de un día para otro, sino que lo hace en un proceso lento y diario que pasa más desapercibido. Además, a diferencia de nosotros, cuando un perro empieza a engordar no le salen lorzas o chichas, sino que la grasa se va acumulando internamente. Es decir, un perro gordo parece hinchado, pero, de entrada, no se aprecian lorzas.

Otro motivo por el que la obesidad puede pasar desapercibida es que el aumento de peso en gramos o kilos no es tan grande como en nosotros. Es decir, nosotros, los humanos, tenemos claro que si engordamos 10 kg en poco tiempo tenemos que ponerle una solución. Sin embargo, si un perro engorda 600 gr no nos parece un mundo. Pero hay que tener en cuenta que si el perro es pequeño y pesa, por ejemplo, 3 kg, 600 gr (por ejemplo) es una barbaridad.

Por todo esto, puede ser más difícil detectar que el perro está cogiendo sobrepeso.

 

El efecto dominó de la obesidad canina

Es muy importante que consideremos la obesidad canina o el sobrepeso como un problema real en la salud de nuestro perro. No solo puede afectar a su vida cotidiana, sino que puede derivar en enfermedades como la diabetes, osteoartritis u otras enfermedades relacionadas con la movilidad, problemas respiratorios y cardíacos e incluso cáncer.

Está claro, por lo tanto, que la obesidad afecta directamente a su esperanza de vida.

 

Las causas de la obesidad en perros

El factor genético es un condicionante. Esto es que hay razas más propensas a tener obesidad simplemente por motivos genéticos. Nos referimos, por ejemplo, a los labradores, beagles o carlinos. Si tu peludo es de estas razas, controlar qué comen y asegurarse de que hagan ejercicio a diario es una obligación.

Igualmente, la esterilización o la edad avanzada pueden desencadenar la obesidad. Los perros esterilizados y los perros senior están más predispuestos a engordar por los cambios en su metabolismo.

Sin embargo, las causas principales por las que los perros engordan son la falta de ejercicio físico y el consumo excesivo o poco equilibrado de alimento.

La comida y la falta de ejercicio, las causas principales

Antes, los perros se acostumbraban a realizar un consumo de calorías ajustado a sus necesidades energéticas. Comían porque necesitaban energía para seguir corriendo y moviéndose. Ahora, los perros son más sedentarios. El tiempo que pasan en casa suelen hacerlo tranquilos, tumbados, y reservan el movimiento a sus paseos diarios que no siempre son muy largos. Sin embargo, las raciones de comida siguen siendo las mismas o más cuantiosas.

Al consumir más alimento del que necesitan, se está generando un exceso de calorías sin gasto. Eso, sumado a la composición de algunos piensos con gran cantidad de hidratos y que usan grasa como saborizante… estamos ante una bomba de relojería.

Snacks para perros

Es curioso que normalmente no consideramos los snacks como parte de su ración diaria de comida, cuando está claro que suponen una fuente más de aporte energético y calórico.

Entendemos que se pone tan contento cuando te acercas con la bolsa de chuches… que es difícil decirle que no. Pero esos snacks que le das y que tanto disfruta, son parte de su ración diaria de alimento aunque no lo parezca.

 

¿Cómo detectar si mi perro tiene obesidad?

Si tu perro es de raza, puedes consultar la lista de pesos ideales para su edad adulta y utilizarla como guía. Sin embargo, lo ideal es que lo examines de forma particular porque cada perro es distinto y puedes encontrar variaciones (especialmente de altura, lo que incrementa su peso) entre otros de su misma raza.

Aunque parezca una obviedad, hay que prestar mucha atención a los cambios en su cuerpo. Como sabemos que puede pasar desapercibido a la vista (a no ser que esté especialmente obeso), vamos a darte una serie de consejos para que puedas revisarlo tú mismo.

El truco está en revisar estas zonas de su cuerpo:

  •        Costillas
  •        Abdomen
  •        Cintura

Gráfico indicativo de la obesidad canina

Costillas

Debes palpar la zona de las costillas (de lado a lado) y la columna (desde el cuello hasta la cola) de forma suave sin ejercer presión. Si las notas, tu perro está en el peso ideal. Cuanto más te cueste tocarlas, más cerca estará de tener obesidad.

Abdomen

Aquí tendrás que fijarte bien en la curva del abdomen. Si está pronunciada, perfecto, no tienes que preocuparte. Pero si tiende más a una línea recta… cuidado.

Cintura

Mira a tu perro desde arriba… Si puedes percibir sin esfuerzo la cintura ¡genial! Ahora, si no hay cambios entre abdomen y pelvis (lo ves todo como una línea casi recta), o peor, el abdomen está bastante más abultado que la pelvis, tienes que poner remedio cuanto antes.

 

A partir de estos indicativos, prueba a evaluarle. Si observas que cumple alguno o todos de los requisitos, es momento de visitar su veterinario y ponerse manos a la obra.

 

Consejos para reducir el peso de tu perro

Lo primero que tienes que tener en cuenta es que un proceso lento, y requiere de mucha constancia de tu parte. Lo sentimos, te toca ser el fuerte de la relación. Tus pilares deben estar muy claros: ejercicio físico y control de la comida.

 

Ejercicio físico

Hay días que no te da la vida, que llegas tarde de trabajar, que tienes prisa por salir de casa y ponerte en marcha, o simplemente no te encuentras bien. Lo entendemos, nos pasa a todos. Pero la falta de ejercicio físico de nuestros peludos es un obstáculo que tenemos que superar y, si un día (o dos) el paseo ha sido más corto o menos intenso, recuerda que tienes que compensarlo en los paseos de los próximos días.

Paseos más largos

Puedes aumentar la actividad de tu perro ampliando el tiempo de los paseos. Si la obesidad de tu perro es evidente, no querrás que fuerce las articulaciones, por lo que más tiempo caminando le ayudará a perder peso poco a poco.

Ejercicios de intensidad

Convierte tus paseos en tiempo de calidad para tu peludo con ejercicio activo. Coge su juguete favorito y lánzalo varias veces hasta que se agote. Prueba a llevarle a sitios nuevos para salir de la rutina y forzar un comportamiento de reconocimiento. Así también conseguirás estimular su sentido del olfato.

Control de la comida

Que tu perro haga ejercicio está fenomenal y le ayudará a quemar calorías, pero para que pierda peso, además, tiene que llevar una alimentación adecuada y saludable.

Ración diaria recomendada

¿Has probado a mirar cuál es la ración diaria recomendada de su pienso favorito? Nos referimos a la tabla que el propio fabricante de piensos suele incluir en cada saco indicando cuántos gramos debería de comer el perro en función de su peso. En ocasiones, ese simple gesto supone un cambio radical en el peso del perro. ¡Estaba gordo simplemente porque está comiendo de más a diario! Él tan feliz con esos banquetes, pero no es lo más saludable, incluso aunque el pienso sea de altísima calidad.

Es muy importante que revises este dato y espacies esa cantidad diaria en 2 o 3 tomas. Así evitarás el atracón y conseguirás repartir el aporte calórico a lo largo del día. Si te animas, prueba también a colocarlo en distintos recipientes (juguetes olfativos) o en distintas partes de tu casa. Le obligarás a moverse.

Piensos bajos en calorías

Otra opción para que tu perro pierda peso es cambiarle a un pienso bajo en calorías. Si tu perro come la ración diaria recomendada de su pienso y aun así sigue sin perder peso, hay que tomar medidas más drásticas: te recomendamos que pruebes con un pienso específico para pérdida de peso y valores en un par de meses cómo le está funcionando.

Aquí, sin embargo, hay un truco que debes conocer: muchas marcas de pienso califican como light a piensos que simplemente sirven para mantener el peso. No son piensos que ayuden a tu perro a perder peso, sino que solo lo mantienen.

Otro inconveniente de los piensos light o de pérdida de peso es que tienen menos sabor. Mucha gente nos dice que su perro se niega a comer ese tipo de piensos y, claro, ante esa huelga de hambre, acaban cediendo y vuelven a su pienso habitual.

En Mascoboutique, siempre que vemos a un perrito con sobrepeso que come pienso, le damos una muestra del Pienso de Pavo, Arroz y Guisantes de Boons. Este pienso sí les ayuda a perder peso y, lo mejor, de todo, ¡a los perros les encanta! Por fin, un pienso de dieta que no les sabe a cartón, ¡gracias, Boons!

Comida natural para perros, la clave de la pérdida de peso

Si has probado de todo con tu perro y sigue sin perder peso, entonces tienes que probar la dieta BARF, es decir, carne cruda, verduras y fruta, eso sí, en la proporción y cantidad exacta.

Siempre habíamos oído que la dieta BARF -entre otros beneficios- les hace adelgazar como por arte de magia y sin que pasen ni una gota de hambre. Nos habían dicho que los perros, al comer más proteína natural y dejar de comer prácticamente hidratos, están felices, ganan en musculatura y pierden tejido adiposo. Tenemos que reconocer que nos parecía ciencia ficción, ¿cómo que un perro puede estar feliz con su comida y además estar más musculado y con tipín? Pero os aseguramos que fue probarlo en los perritos del equipo y ¡funciona!

Igual te horroriza la idea de dar carne cruda a tu perro, pero ten en cuenta que su naturaleza es carnívora, y para ellos no solo no resultará extraño, sino que será un auténtico manjar.

Si lo que te preocupa es no saber por dónde empezar… te entendemos. Habrás oído que para que la dieta BARF sea efectiva y saludable, debe contener la mezcla perfecta de carne, vísceras, hueso carnoso, frutas, verduras y suplementos. La mera idea de estudiarte todos los fundamentos de la dieta BARF e ir a la carnicería a comprar carne, vísceras y huesos para tu perro te hace descartar por completo este tipo de alimentación.

Por suerte, hay empresas en el mercado que han hecho ese trabajo por nosotros y venden menús completos congelados con la proporción adecuada. ¡No hay más que descongelar y servir! Facilísimo.

En Mascoboutique en concreto tenemos la marca Wild Balance. ¿Por qué esta marca? Wild Balance es una empresa de Valencia, que trabaja con productos frescos que podrías comprar para ti, y solo con proveedores locales. Otro punto a favor es que sus menús vienen en dosis individuales en forma de hamburguesas de 50 gr. Si tu perro es pequeño o mediano agradecerás muchísimo este formato, ya que solo tendrás que descongelar lo que tu perro vaya a comer ese día.

Y lo que terminó de ganarnos es que Wild Balance está formado por un equipo de jóvenes emprendedores que, además de ser majísimos, te asesoran y te ayudan para que tu perro tenga la mejor alimentación posible.

Como ves, somos muy fans de la dieta BARF y, en concreto, de Wild Balance. Con esta alimentación, tu perro tendrá su peso ideal, pero también notarás que está más contento y sano, que mejora su salud bucodental, su sistema inmunitario, sus digestiones e incluso el brillo del pelo y su olor corporal. Vamos, ¡todo ventajas!

Snacks para perros, mejor si son saludables

Para terminar este post sobre la obesidad, no podemos dejar de hablar de los snacks.

En primer lugar, si tu perro tiene sobrepeso y estás midiendo los gramos que come, intenta, siempre que puedas, sustituir la recompensa con chuches por una recompensa afectiva. Si tu perro hace algo bien y quieres premiarlo, mímalo en exceso o juega un poco con él, pero evita darle chuches.

Si no puedes resistirte a darle algún premio a tu perro, lo mejor será que lo hagas con snacks saludables y naturales. Teniendo en cuenta que los perros son carnívoros, los snacks cuya composición empieza por harinas -y por lo tanto, ese es su ingrediente principal- no son los más adecuados. Evita todas esas galletitas o chuches del súper que puedes comprar por 1€ y opta por snacks que veas que son alimento real o cuya composición sea principalmente proteína: la caravaca de cerdo, los boquerones deshidratados, el nervio de toro, la leche de yak, el cuerno de cabra… Verás, además, que tu perro se vuelve loco.

Hay muchos tipos de snacks para perros (todos ellos naturales) por lo que te recomendamos que los ajustes a su dieta en base a las proteínas que ya consume. Por ejemplo, si está comiendo carne de ternera, quizás puedes probar con un snack de pollo deshidratado.

También puedes elegirlos por comodidad. Para casa, puedes utilizar snacks más grandes, que incluso lo entretengan, como el de leche de Yak. Si quieres llevar algunos para tu paseo puedes probar con los snacks de pollo y manzana.

 

Desde nuestra experiencia, la comida natural es una opción muy buena para que tu perro pierda peso sin pasar hambre. La mayoría de las dietas para perros fracasan porque se basan en administrar alimentos (piensos) hipocalóricos que reducen su apetito. Esto puede generar dos comportamientos:

1. Necesidad de tu perro por consumir otros alimentos, sobre todo si ya estaba acostumbrado a recibir “extras” en su dieta y tampoco los tiene ahora.


2. Inapetencia o falta de ganas para comer, lo que no propiciará que realice el ejercicio que necesita. No es que pase hambre, porque estos piensos se encargan de saciarlos. Pero al no ser un alimento atractivo, no se levantará con ganas cuando llenes su plato y le faltará ese plus de energía.

Piensa en la última vez que hiciste dieta… el quinto día que comiste crema de verduras, por la tarde solo podías pensar en una buena hamburguesa mientras comprabas la lechuga que te tenías que cenar.

A ellos les ocurre lo mismo. El alimento equilibrado, pero apetecible, y una rutina constante de ejercicios serán las mejores armas para lograr que pierda el peso que le sobra.

 

Cómo engordar a mi perro

Y aunque parezca algo contradictorio por el tema principal de este post, no queríamos dejar sin tratar una problemática que existe entre algunos peludos. Es mucho más habitual encontrar perros con problemas de obesidad que de delgadez, pero no por ello hay que eliminar este problema de la ecuación. Por eso, si has notado que tu peludo está perdiendo peso de forma significativa o conseguir que aumente los Kg te parece misión imposible… te damos unos consejos que puedes seguir para ayudarle:

- Ve al veterinario. Especialmente si lo que has notado es una bajada considerable de peso en poco tiempo y sin variar la alimentación. Es lo primero que tienes que hacer, para descartar enfermedades o parásitos que estén provocando esta situación.

- Recuerda, calidad mejor que cantidad. Una vez sepas que no se trata de ningún problema de salud, es el momento de apostar por alimentos con una alta cantidad de proteína. De nuevo volvemos a la dieta BARF, compuesta en su mayor parte por proteína. Si aún con esas no te atreves a darle alimentos crudos a tu perro, recuerda que hay alimentos naturales cocinados al vapor (para que conserven sus nutrientes) y otros piensos que priorizan precisamente este componente.

- Modifica su dieta. Quizá tu perro no come porque no le gusta (o se aburre de) lo que tiene en el plato. Ponte en su lugar, comer todos los días lo mismo debe ser tan aburrido que te quite hasta el apetito. Prueba a introducir sabores nuevos o a variar el tipo de comida que le das.

- El ejercicio siempre es bueno. Aunque suene contradictorio, el ejercicio puede ayudar a coger peso a tu perro. ¿Cómo? Si tu perro se acomoda a ejercitarse de forma regular aumentará el tamaño de sus músculos por lo que pesará más, se mantendrá en forma y crecerá su apetito.

- Dosifica las comidas. Si puedes, pasa de 1 o 2 tomas a 3 o 4. A mayor número de tomas, más facilidad para digerir y absorber los nutrientes.

- Aumenta las dosis. Este debería ser tu último recurso, después de probar primero las recomendaciones anteriores. ¿Por qué? Si tu perro se acostumbra a comer más de la dosis recomendada y coge mucho peso, llegará un momento en el que será muy difícil reducir la cantidad y pasará hambre.

- Juegos de inteligencia y obediencia con su respectiva recompensa. Aprovecha que puedes darle más chuches de lo habitual para trabajar aspectos de su comportamiento y su desarrollo intelectual.

Si tras leer este post, has decidido poner remedio (o prevención) al sobrepeso de tu perro, te animamos a que acudas a tu veterinario y juntos elaboréis el mejor plan. Si por el contrario necesitas poner remedio a un problema de falta de peso... recuerda que la dieta BARF y la alimentación natural pueden ser también tu mejor aliado.

Nos encantaría saber si te has decidido probar esta dieta BARF y cuál ha sido la reacción de tu peludo.

¡No dudes en escribirnos para vuestras dudas o recomendaciones! El truco que utilizas con tu pequeño para hacer que corra sin parar, puede venirle bien a otro perrito.

 

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