La cama perfecta NO ES MISIÓN IMPOSIBLE
Aunque la mayoría de las veces te encanta que tu perro se acurruque junto a ti en el sofá o se ponga a tus pies en la camita, es normal que en ciertas ocasiones necesites tu espacio. Pero tu perro no es tonto, y no renunciará tan fácilmente a la comodidad frente a su cama. Sobre todo, si ésta ya está destartalada, hundida o tan pequeña que hace tiempo que necesita replegarse sobre sí mismo para poder entrar.
Si es este tu caso, o si estás pensando en comprar una cama nueva a tu peludo, has llegado al lugar indicado. Las opciones antes eran más reducidas, por lo que, tras un rápido vistazo, tenías una cama que más o menos se ajustaba a lo que buscabas.
Pero las cosas han cambiado en el mundo canino, y cada vez hay más opciones disponibles en todos los accesorios para perro del mercado, incluidas las camas. Eso, por consecuencia, añade mayor complejidad al proceso de selección y un sinfín de variantes que hacen que te pierdas muchas veces a la hora de comprar una.
Por eso aquí te vamos a dejar una lista de los factores a tener en cuenta a la hora de seleccionar una cama para tu perro.
Lo primero de todo y más importante. Observa y anota cómo se comporta a la hora de dormir. Cómo suele tumbarse: enroscado, panza arriba, estirado… ¿Le agrada apoyar la cabeza? ¿Le incomodan las alturas? ¿Se siente cómodo con texturas extra suaves? ¿O prefiere apoyarse en telas más sencillas?
Conocer cómo le gusta dormir o relajarse a tu compañero siempre es el comienzo. Es lo mismo que si escogieras un colchón para ti, con el añadido de que él tiene la suerte de poder dormir más de 8 horas al día. ¡Con más razón entonces!
Para empezar la búsqueda de la cama perfecta, lo primero de todo será observar cómo duerme tu peludo.
Características de la cama
Ya sabes cómo duerme. Y ahora, ¿por dónde empezamos? Pues por un sencillo repaso los factores que debes tener en cuenta a la hora de escoger una cama pensando en tu perro.
Forma de la cama
Pues parece una obviedad, pero lo primero en lo que hay que pensar es el modelo de cama que queremos. Y con tanta variedad, es fácil volverse un poco loco, así que aquí tienes un breve resumen de las distintas formas de cama que puedes encontrarte.
Cama con escalón/Abertura
La verdad, nos cuesta “ponerle nombre”. Pero seguro que tienes fichadas este tipo de camas si tu perro se niega en rotundo a – o simplemente no es capaz de – saltar los cojines.
En lugar de ser toda a la misma altura, hay un pequeño espacio frontal más bajo que ayuda al acceso. Es perfecto para perritos con las patitas cortas o con algún tipo de dolencia que no les permite una tanta movilidad. Así, no tiene que renunciar a la comodidad de la altura en su cama, pero sin pedir ayuda para acceder.
Este tipo de camas pueden ser tanto cuadradas como rectangulares o redondas.
Cama SIN abertura
Por el contrario, tenemos las camas que no cuentan ese pequeño escalón y tienen todos los laterales a la misma altura. Si tu perro no es quisquilloso para subir o bajar, y lo que le gusta es apoyar su cabecita en cualquier lado, las amará.
Cama cuna
Aquí las protagonistas son las paredes de la cama, un poco más altas de lo habitual y pensadas para envolver el descanso de tu perro. El cojín, aunque mullido, no tiene la misma altura, por lo que será ideal si le gusta pasar desapercibido a la hora de la siesta.
Suelen ser de forma ovalada o redonda lo que las hace más recogiditas que las que tienen formas esquinadas y lo más habitual es que tengan un escalón, como el que hemos mencionado antes, para facilitar el acceso.
Colchoneta
Son la alternativa que buscas si tu perro pasa de las alturas, incluso aunque tengan abertura o escalón. Puedes escoger el grosor y entre las distintas opciones. Así encontrarás algunas más mullidas pensadas para los perros a los que no les gusta renunciar a la comodidad, pero les gusta tener su entorno controlado y otras más sencillas pensadas como simple aislante de la temperatura del suelo.
Funcionan estupendamente también como cama extra para otras estancias de la casa, segundas residencias o viajes.
Cama-cueva
¿Le gusta esconderse debajo de las mantas, o incluso de la cama o sofá para dormir? Entonces necesitas una cama-cueva. A diferencia de la cama cuna, este tipo de modelos cubren también la parte superior dejando a tu perrito con una sensación completa de protección.
Son buenas para calmar la ansiedad en perros inquietos porque, al facilitarles un refugio, aumenta la sensación de calma.
Tipis
Se han popularizado en los últimos años y cumplen la misma función que la cama-cueva, pero seguramente con un extra de estilo. Los tipis también pueden cubrir por completo la cama de tu perro, lo que será beneficioso si sufren de ansiedad y les gusta esconderse para dormir tranquilamente.
Tamaño de la cama
Si ya tienes la forma ideal, es hora de seleccionar su talla. Parte siempre de la premisa de que su cama, como la tuya, debe ser el lugar de reposo por excelencia.
A pesar de que le encante usurparte el sitio en el sofá, no debes pensar que comprar una buena cama es tirar el dinero. Será una inversión a medio y largo plazo que asegurará horas infinitas de descanso para ambos. Sin prejuicio de que te siga robando, de vez en cuando, un hueco en el sofá.
Vamos a empezar por lo más importante, medirlo. ¿Cómo? Pues de nuevo, tienes que tomar como referencia su postura para dormir.
Si duerme enroscado, mide desde el principio del cuello (en la base) hasta el final de la cola, en línea recta. Si le gusta dormir estirado, mide desde la trufita, también hasta el final de la cola. Y si va cambiando las posturas, mejor toma como referencia la segunda.
La cama siempre debe ser lo suficientemente amplia para permitir que duerma y se estire en una posición cómoda. Por eso, deberás añadir de 5 a 15 cm en las medidas tomadas y compararlas con la guía de tallas del producto. Si es rectangular, añade unos 5 cm tanto a lo ancho como a lo largo, mientras que si es ovalada o redonda, deberás añadir unos 10 cm al diámetro total.
Lo ideal es escoger una cama lo suficientemente amplia para que tu perro pueda moverse y estirarse sin preocuparse de tocar el suelo, pero no tan grande como para que ocupe innecesariamente todo tu salón.
Igualmente, te recomendamos que, aunque le encante hacerse una rosquita, si tu hueco te lo permites, optes por una opción que cubra más cantidad de superficie de su cuerpo. Así te aseguras que entre a la perfección.
Comodidad y confort
Este será uno de los factores más difíciles de valorar, pero podemos darte algunos tips en los que puedes fijarte para saber si será o no de su agrado.
Uno de ellos es la firmeza de la cama. Como a las personas, habrá perritos a los que no les importe dormir en una superficie más rígida. Pero estamos seguros de que ninguno rechazará una siestecita en un mullido cojín.
Eso no significa que la cama deba ser extremadamente blanda. Una cama firme será aquella que no pierda estabilidad cuando su cuerpo ejerza presión sobre la superficie. Por supuesto, tampoco se deformará con el uso y conservará siempre el mismo grosor.
La firmeza tampoco es sinónimo de dureza. El relleno – tanto del cojín como de las paredes – debe acomodarse a tu perro y ofrecerle un apoyo que ceda a su postura durante el momento de la siesta.
Por esto, una de nuestras marcas favoritas de camas son las de Anteprima, en especial los modelos Yolanda, Lana y Argo. ¿Por qué? Porque incluyen un doble colchón de refuerzo bajo el cojín, que asegura que en ningún momento el segundo se hunda o se desplace en exceso. Aunque también el resto de modelos de la marca, como el Leonardo, tiene la suficiente firmeza en su cojín como para asegurar el máximo confort.
Tanto la firmeza como la textura de una cama serán factores determinantes para afirmar si una cama es lo suficientemente cómoda para tu perro.
Otro factor, quizá más fácil de reconocer, es la textura de la superficie. Busca materiales como el pelo largo sintético, chenilla, tweed… si quieres una cama que lo mantenga calentito en los meses más frío. Aunque si tienes pensado hacerte solo con una cama atemporal, te recomendamos que vayas por otros tejidos que te resulten agradables al tacto sin resultar estacionales. Terciopelo, pelo sintético más cortito, o la clásica loneta. Siempre podrás reforzar el extra de calor con mantas de las texturas más calentitas.
Una vez hecho el repaso para él, toca cambiar las prioridades. Porque tú, como mamá o papá del peludo también tienes derecho a dar tu opinión al respecto.
Nuestra experiencia nos dice que, cuando se busca cama nueva, estos son las características a las que más se presta atención.
Lavado
Nos preguntan siempre si puede o no lavarse en la lavadora y si las fundas se pueden extraer para facilitar la tarea.
Suma el uso, la suciedad que acumulan después un buen revolcón durante el paseo y la cantidad de pelo que sueltan (si son de pelo corto) y tendrás el cóctel perfecto para una camita que, como la dejes mucho tiempo sin lavar, aprenderá a caminar para limpiarse ella solita.
Por eso, es tan importante poder lavarlas con frecuencia y sin dolores de cabeza. Por ejemplo, con un relleno que se sale por cualquier huequito o con la necesidad de limpiarla siempre a mano.
Es una de nuestras grandes prioridades a la hora de traer nuevos modelos. Todas las camas más populares del nuestro catálogo pueden, al menos, lavarse a máquina. Y cada vez son más las que añadimos al catálogo con la opción de desenfundar por completo. Una característica que, una vez la pruebes, no querrás cambiar.
Color y estampado
Por supuesto, dado que será una parte más de tu casa, lo ideal es que encaje al 100% con esta. Por eso, no dudes en hacer la selección final teniendo en cuenta el color que pega con tu salón o el estampado que te ha enamorado en cuanto lo has visto.
Recuerda que tendrás que convivir con este accesorio todos los días y que lo habitual es que esté a la vista. Así que busca algo que encaje contigo… porque estamos seguros que, particularmente, a tu perro no le inquieta si su cama es lisa o estampada o si se trata del mismo color que tu sofá.
La edad
Por último, y este te lo ponemos como extra, siempre ten en cuenta la edad que tiene tu perro a la hora de hacer la compra.
Y no nos referimos tanto a la forma como al gasto que supone. Lógicamente, el factor económico será siempre decisivo en cualquier compra. Pero igual que te decimos que, al tratarse de un adulto confirmamos que, una inversión en una cama de calidad, marcará la diferencia en su descanso… también es justo avisarte de las excepciones a la norma.
Si tu perro es cachorro y aún no conoce los límites en casa… quizá prefieras apostar por una camita más económica (en nuestro caso por el modelo Dream o Happy) que se ajuste en tamaño y que no te duela al bolsillo si se estropea por el camino, antes de hacer la inversión definitiva. Todos conocemos el potencial destructor de esas pequeñas bolitas de amor. Especialmente cuando no les estás vigilando, por lo que dolerá menos si ya tenías asimilado que los accesorios que le compres – incluida la cama – no iban a ser para siempre.
Dicho lo anterior, esto es todo lo que tienes que saber en cuanto a camas para perros y ahora es tu turno para encontrar la que mejor se adapta a vosotros. ¿Tenías estas características en tu lista?
Nos encantaría conocer, también, si hay otros factores en los que pones tu atención y que te hacen decidir a la hora de comprar una cama.