¡Ampliamos la familia! 5 consejos para educar a tu cachorro de 10
¿Empiezas el año con un nuevo miembro de la familia? ¡Felicidades! Has tomado una decisión que te va a cambiar la vida ¡a mejor! Pero como todo, al principio requiere un poco de esfuerzo, sobre todo si se trata de educar a tu cachorro. Por eso queremos echarte una mano con los inicios, momento clave para que luego todo vaya sobre ruedas.
En estas dos entradas de blog pasadas: Mi cachorro ya está conmigo ¿Y ahora qué? (Parte I) y Mi cachorro ya está conmigo ¿Y ahora qué? (Parte II), te dimos algunos consejos de lo que necesitarás con la llegada del nuevo cachorro a casa. Pero hoy queremos hablar principalmente de cómo educar a tu cachorro. Y queremos hacerlo a través de los consejos de Anaís González, nuestra peluquera en la tienda de la calle Castelló 45, que junto a Paco Dávila forman Wikidog: una empresa dedicada al adiestramiento canino para mejorar la calidad de vida de tu perro y ayudarte a establecer un vínculo sano con él.
1.La hora de ir al baño
Una de las cosas que más nos preocupa cuando llega un cachorrillo a la familia es cómo enseñarle a hacer sus necesidades en el lugar adecuado: primero en el lugar de la casa que tu elijas y luego en la calle.
Sentimos que tengas que leer esto, pero al principio te vas a pasar una temporada recogiendo pises y cacas de (casi) todas partes, sin embargo, ¡no desesperes! Hay técnicas para enseñarle lo que será su “baño provisional” en casa hasta que pueda salir a la calle.
En primer lugar, escoge un lugar donde poner sus empapadores y donde quieras que haga sus necesidades. Ese será nuestro objetivo y su lugar de referencia.
Anais destaca especialmente cuatro situaciones tras las que tu cachorro querrá aliviarse.
¡Toma nota!
- Entre 5 y 20 minutos después de comer y beber. Dependiendo del perro y de la edad tardará más o menos.
- Después de dormir.
- Después de una sesión de juego o de entrenamiento.
- Después de una situación donde haya habido un pico de excitación.
Este es el momento perfecto para llevarlo a la zona donde tengas los empapadores y quedarte con él. Si consigues que lo haga en este sitio refuérzalo con un premio.
TIP: ¡aprende de su lenguaje corporal! Si olisquea insistentemente, si da vueltas en círculo o si arquea de forma peculiar la grupa es que se dispone a hacer pis o caca.
“Si esto ocurre, ¡actúa rápido! pero con calma para no asustarlo. Cógelo y llévalo a sus empapadores. Esto solo te servirá si no lo ha empezado a hacer. Si ya ha empezado, espera a que acabe y límpialo, porque si lo interrumpes y lo llevas a su sitio, no hará nada ya que no entenderá qué está ocurriendo”, nos cuenta Anaís.
2. Quedarse solo y sin romper nada
Es importante que habilites un espacio para él desde el primer día. Para conseguir educar a tu cachorro debe aprender a estar solo y tranquilo, así como que en el resto de la casa hay una serie de normas y lugares que tiene que respetar.
Al ser cachorro va a tener una constante necesidad de experimentar con su entorno y, como los bebés se llevan las cosas a la boca, el cachorro necesitará descubrir las texturas y qué es comestible y qué no, para lo que lógicamente utilizan la boca y los dientes.
TIP. “Durante el cambio de dientes experimentan bastantes molestias y tienen necesidad de morder y roer”. Por eso, desde Wikidog nos recomiendan que en el espacio que hayas habilitado para él tengas una CAJA de TEXTURAS. Se trata de una caja donde poner diferentes texturas naturales para que experimente con total libertad. Por ejemplo: palos, piñas, un rollo de papel, trozos de cartón de diferentes consistencias, trozos de tela y maderas de distintos grosores…
Lo ideal es que a lo largo de la etapa de cachorro vayas añadiendo o quitando elementos de la caja para que siempre esté aprendiendo.
También puedes probar con juguetes con diferentes texturas y formas. Por ejemplo, juguete Jirafa (ideal para desarrollar sus instintos), juguete Dudu Chenilla (con diferentes texturas), peluche bio lano pequeño (muy suave por fuera, sin pito y con fibras naturales que hacen que cruja al tocar la parte plana), pelota nudo de cuerda(perfecto para ayudarles a fortalecer los dientes) o juguete cerdo pelosino (con pito y flequitos).
3. ¡A poner límites!
Al ser un cachorro, tu perro no distinguirá lo que está bien de lo que está mal y eso es algo que tendrás que enseñarle tú. Si quieres educar a tu cachorro de 10, no tengas pena o miedo de corregirle, de nuevo, como a los niños pequeños, el aprender esas normas y límites le hará sentir mucho más seguro y tranquilo al saber qué puede hacer y qué no. Eso sí, durante el periodo de aprendizaje ten en cuenta que casi seguro tendrás que adaptar temporalmente la casa para retirar de su alcance algunos objetos valiosos.
Para llevar a cabo ese aprendizaje, desde Wikidog nos recomiendan recurrir a las correcciones indirectas cuando quieras redirigir una conducta inadecuada,
Veámoslo con un ejemplo, que es mucho más fácil:
“Si coge una zapatilla y se pone a morderla, podemos levantarnos e irnos. Si no nos sigue podemos hacer algún ruido en la cocina que le llame la atención o incluso mover el saco de pienso”, nos cuenta Anaís.
Como veis no le regañamos por estar portándose mal, si no que intentamos llevarlo a conductas positivas, como seguirnos para que entienda que eso es lo correcto y el motivo por el que va a recibir afecto. No cuando está cometiendo una trastada.
4. Saludar sin saltar, arañar o brincar
Reconócelo, nos encanta llegar a casa y que tu cachorro se muera de la emoción al verte, salte y te pida que le cojas de mil maneras posibles. A todos nos gustan que nos quieran y más con esa efusividad. Sin embargo, cuando el perro te recibe así, está en una situación de excitación excesiva y no es bueno para él. Lo normal es que se alegre (y mucho) al verte, pero que sea capaz de controlar sus emociones y no sobreexcitarse.
Esto, además de ser importante para él, también lo será para otras personas que se crucen con él. Si el perro detecta que recibe cariño al saludar así a la gente, probablemente lo intente con todas las personas que se encuentre, sean conocidas o no, y no a todo el mundo le gusta que un perro se les suba a las piernas. Por lo tanto, educar a tu perro a que salude de forma correcta le beneficiará a él, en primer lugar, pero también a terceras personas y a ti, que te ahorrará arañazos y/o situaciones embarazosas por la calle.
Y la pregunta del millón, ¿cómo conseguirlo?
TIP: “Cuando tu cachorro te salude tócalo, acarícialo y háblale ÚNICAMENTE cuando sus cuatro patas están tocando el suelo. Si salta o apoya sus patas delanteras en ti para automáticamente de hablarle y tócalo, ni si quiera le mires, incluso puedes darle la espalda ligeramente, en cuanto sus cuatro patas toquen el suelo de nuevo puedes volver a darle atención, pero con suavidad y sin excitarlo”.
Si lo haces sistemáticamente y pides a las personas de tu entorno que sigan estas pautas -nos cuenta Anaís- aprenderá a saludarte sin subir ni saltar, lo que agradecerás, especialmente si no estamos hablando de un chihuahua ¡y sí de un mastín o un gran danés!
5. Manipulación
La manipulación no se trata de que tu perro te ponga “ojitos” para conseguir lo que quiere (que también), consiste en que el perro entienda que puede ser manipulado (en el sentido de “toqueteado”) por ciertas personas y que tiene que acostumbrarse a ello porque es por su bien. Nos referimos, por ejemplo, a establecer sesiones tales como cepillar, limpiar orejas, limpiarle los dientes o poner gotas de agua en los ojos. Así, las sesiones de peluquería, las visitas al veterinario o cuando tengas que cepillarlo en casa o lavarle los dientes, no se convertirán en una película de terror para él.
Se trata de educar a tu cachorro realizando este tipo de acciones sin forzarlo y “dirigiendo su atención hacia uno o varios premios que pondrás justo delante de su nariz a medida que lo vas manipulando”, como nos recomienda Anaís.
¿Cada cuánto debo realizar este tipo de acciones?
Lo ideal es hacerlo algunas veces por semana durante los primeros meses.
Otra cosa que puedes hacer es llevarlo al veterinario sólo para subirlo en la báscula o en la mesa de exploración y premiarle con algunas chuches cuando esté encima. Así asociará la consulta del veterinario como algo positivo, aunque en ocasiones vaya para vacunas o por estar enfermito.
¿Y qué pasa con los juegos? Los juegos dentro de casa deberían ser relajantes así que procura no jugar con él a cosas que lo exciten demasiado como tirarle la pelota o morder haciendo presa. Esto mejor resérvalo para la calle.
Desde Wikidog te proponen que en casa trabajes su olfato con juegos de búsqueda o rompecabezas caninos. Este tipo de juegos le van a encantar, además de estimularlo mentalmente.
Qué, ¿te ves ahora un poco más preparado para afrontar la educación de tu cachorro?
Si tienes alguna duda puedes contactar directamente con Anaís y Paco a través de su página web Wikidog, en la que además te podrán ayudar con otros temas igual de importantes como son la ansiedad por separación, el orden a la llamada o el paseo tirando de la correa.
Y si quieres mandarnos fotos de tu cachorro, estaremos felices de publicarlo en nuestra cuenta para ampliar la familia de #amigosdemascoboutique.
Fotografía: Unsplash, Mascoboutique y Amigo Mío.